“La decidida protección que ha prestado al ejército de los Andes su Patrona y Generala Nuestra Señora del Carmen, son demasiado visibles.
Un cristiano reconocimiento me estimula a presentar a dicha Señora […], el adjunto bastón como propiedad suya y como distintivo del mando supremo que tiene sobre dicho ejército.
[…]
JOSÉ DE SAN MARTÍN.”
(Extracto de la carta que dirigió el Libertador al Guardián del convento franciscano de Mendoza, 12/VIII/1818, en la que enviaba su bastón de mando.)
REINA Y HERMOSURA DEL CARMELO, RUEGA POR NOSOTROS.
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