Carta del Administrador Diocesano Monseñor Pedro Candia en preparación del tiempo de Adviento que comienza.

"El cristianismo no es sólo una "religión de adviento", sino el adviento mismo".

Con estas sentidas palabras, el Beato Juan Pablo II, definió lo que significa el adviento para nosotros cristianos. Adviento quiere decir "venida" y por lo tanto, debemos preguntarnos: ¿Quién es el que viene?, y ¿Para quién viene?. Enseguida encontramos la respuesta a esta pregunta. Es Jesús quien viene para todos los hombres!.

El cristianismo vive el misterio de la venida real de Dios hacia el hombre, y de esta realidad palpita y late constantemente. Esta es sencillamente la vida misma del cristianismo.

Decía el entonces Cardenal Ratzinger, hoy Su Santidad Benedicto XVI, que adviento significa presencia de Dios ya comenzada, pero también tan sólo comenzada. Esto implica que el cristiano no mira solamente a lo que ya ha sido y ya ha pasado, sino también a lo que está por venir. En medio de todas las desgracias del mundo tiene la certeza de que la simiente de luz sigue creciendo oculta, hasta que un día el bien triunfará definitivamente y todo le estará sometido: el día que Cristo vuelva. Sabe que la presencia de Dios, que acaba de comenzar, será un día presencia total.

Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del Profeta Isaías y se recogen también los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesia ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús.

Así, durante este tiempo los creyentes somos exhortados a prepararnos dignamente a celebrar el aniversarío de la venida del Señor al mundo como encarnación del Dios de amor, de manera que sus almas sean moradas adecuadas al Redentor que viene a través de la Sagrada Comunión y de la gracia, y en consecuencia estemos preparados para su venida final como Juez, en la muerte y en el fin del mundo.

Por eso queridos hermanos en Cristo, deseo que este tiempo de Adviento que comienza, nos encuentre preparados para fortalecer la fe y la esperanza de Aquél que viene, porque ¡El Señor está cerca!.