Entrevista con el agustino Prosper Grech, creado cardenal por Benedicto XVI en el último Consistorio por Paolo Mattei, para la revista 30giorni.
Es la oración la clave de la vida cristiana.
El último texto que ha preparado es un libro sobre la oración: "Señor, enséñanos a rezar." En el se destaca esta síntesis sobre como la oración necesita esa sencillez que caracteriza a los humildes: «Se necesita mucha humildad, rezar el Rosario y las oraciones más sencillas, como las de la devoción popular: ahí se comprende cómo muy a menudo es el pueblo el que transmite la fe a los sabios». «Los recuerdos de mi infancia y de mi juventud están llenos de imágenes de la devoción popular, como las procesiones que se hacían, con lluvia o con sol, por las calles del pueblecito, o el sonido de las campanas que llenaban el aire cuando el cura llevaba el viático por las calles».
También comenta como fue descubriendo su vocación sacerdotal:
¿Cómo nació la vocación al sacerdocio?
Cuando era muy niño sentía algo en el corazón, algo difícil de definir, que me hacía pensar en el sacerdocio como camino para mi salvación. Luego, naturalmente, como sucede a menudo, creciendo se cambia de idea, y esto me pasó también a mí. Pero esa especie de sugerencia secreta volvió a florar durante la guerra, en el último año de enseñanza secundaria. Fue en aquel período cuando la simiente de la vocación dio su fruto. Repasé toda mi vida hasta aquel momento y respondí que sí a aquella llamada.
Los años de la guerra fueron duros...
Malta sufrió bombardeos devastadores. Birgu fue acribillada día y noche, por lo que me vi obligado a refugiarme con mi familia en Attard, un pueblo del centro de la isla, lejos del arsenal, pero cerca de un aeródromo continuamente ametrallado. Yo tenía diecisiete años y había comenzado la facultad de Medicina. Me llamaron para prestar servicio en la contra-aérea y por consiguiente iba a clase vestido de militar para estar siempre listo si tenía que correr a mi puesto cuando llegaban los aparatos enemigos. Después del ataque, si la universidad seguía en pie y yo seguía con vida, volvía a clase junto a mis compañeros...
El texto completo del artículo, extraído del número 01/02 - 2012 de la revista 30giorni.
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